Pasión por la lectura

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lunes, 23 de mayo de 2016


El cantar del Mio Cid




Introducción

Las obras clásicas no son importantes solo por lo que dicen y cuentan, sino por lo que hay detrás. Ese detrás que cuenta hitorias de personas, historia,anécdotas, contextos y  sentimientos. Es por ello, que en este documento haremos un análisis de la historia que nos relatan y de su contexto histórico, haciendo de esta historia un manjar para la sabiduría humana pues se llega a disfrutar y aprender de tan interesantes personajes.

Para que sea ameno y llevadero, la historia la hemos contado por medio de un video que contiene imágenes ilustradas de los momentos más importantes de esta obra que es El cantar del Mio Cid. También hablaremos del contexto, es decir, de la época, y de la estructura del texto que analizamos.




Contexto histórico

La Edad Media transcurre durante una larga etapa histórica que abarca desde la caída del Imperio Romano (en el año 476) y la conquista de Constantinopla, en el siglo XV. En España ese final se suele situar en el descubrimiento de América y la expulsión de los judíos (1492). La Edad Media se divide, a su vez, en varios períodos denominados Primera Edad Media (476-siglo VIII); Alta Edad Media (siglos VIII-XII) y Baja Edad Media (siglos XIII-XV).
En la península ibérica, esta época estará marcada, fundamentalmente, por la Reconquista y en toda Europa por las Cruzadas, las expediciones cristianas enviadas para rescatar los santos lugares. Este hecho y la estructuración de la sociedad se verán reflejados en la literatura medieval. Además, la convivencia de tres culturas (cristiana, árabe y judía) creará una rica cultura que, igualmente, caracterizará y aportará originalidad a nuestra literatura. Asimismo relevante en la península fue el fenómeno de la peregrinación a Santiago de Compostela, lo que supuso una vía importante de contacto con Europa.




La sociedad medieval en los reinos cristianos de la península se caracterizó por una clara jerarquía de estamentos. La sociedad, a modo de pirámide en cuya cúspide se encontraba el rey como máxima autoridad, representante de los poderes terrenales y divinos, se dividía en los siguientes estamentos:
o   La nobleza: Dedicada a las tareas de la guerra y la caza, estaba obligada a servir al rey, mediante el juramento del vasallaje. Poseían grandes extensiones de terreno y riqueza.
o   El clero: Su labor era, fundamentalmente, adoctrinar a las gentes y conservar y transmitir la cultura. Los monasterios fue el lugar propicio para la conservación de dicha cultura y de donde surgirían las primeras universidades.
o   El pueblo llano: Constituía la mayor parte de la población y se dedicaban a la agricultura, la ganadería o la artesanía. Carecían de derechos y muchos de ellos vivían casi en la esclavitud.

Hacia el siglo XV, esta situación social cambia al surgir la burguesía, una vez que, de manera incipiente, empiezan a aflorar las ciudades. Esto supondrá una crisis en la ideología y la política medieval, que veremos en reflejada en obras como La Celestina.
El feudalismo era la organización político-económica de la sociedad medieval. En esta organización existían  elementos importantes:
o   El vasallaje, que consistía en la relación personal por la cual el vasallo había de ofrecer o cumplir unos servicios al señor a cambio de la protección de éste.
o   El beneficio, que era el pago por dichos servicios, normalmente mediante la concesión de tierras.
o   La sociedad medieval era teocéntrica, en la que Dios era el centro de todo y la influencia de la iglesia era muy importante.



 Contexto literario:

La literatura fue el reflejo de la sociedad medieval y de su mentalidad. Las principales características de la literatura medieval son:
La importancia de la transmisión oral: gran parte de la literatura se difundía mediante la recitación, dado que la población era analfabeta en su mayoría.
El carácter anónimo de sus autores: al principio, sobre todo, la literatura surge de la colectividad y luego va siendo modificada por los juglares o quienes la transmiten.
La finalidad didáctica o moralizante: la influencia religiosa determina que, en muchos casos, la literatura se utilice para influir en los oyentes. Otras veces, la literatura sirve de propaganda de los valores de un rey o de un pueblo, como ocurrirá con los cantares de gesta.
El uso del verso: hasta bien entrada la Edad Media (siglo XIV), el verso será el modo usual de escribir, dada su facilidad para la recitación.



Estructura de la obra:

El Cantar de “Mio” Cid es la primera manifestación épica en lengua castellana. Ha llegado hasta nosotros gracias a una copia manuscrita de 3.730 versos, realizada por Per Abbat. Este no fue el autor del texto, sino un simple copista. Se considera el cantar una obra anónima.


De acuerdo con las investigaciones de Menéndez Pidal, que se basó en la toponimia descrita en el Poema, en los rasgos dialectales de la lengua empleada y el verismo de cada uno de los cantares, el poema fue escrito por dos poetas: uno de San Esteban de Gormaz, buen conocedor de los hechos, que escribía muy cerca de la realidad histórica; y otro de Medinaceli, más tardío y alejado de los hechos históricos del Cid, que poetiza más libremente. Al primero se le adjudica el plan total de la obra, el enfoque de la figura del héroe y la composición del primer cantar (en torno a 1100). Los otros dos cantares aparecen retocados por el refundidor de Medinaceli, que debió de realizar su obra en torno a 1140. Otras interpretaciones sostienen la existencia de un único autor, y retrasan su composición a principios del siglo XIII.



 Estructura y argumento


El Poema se divide en tres partes o cantares: Cantar del destierro, Cantar de las bodas y Cantar de la afrenta de Corpes.

Cantar
Argumento
Cantar del destierro
El Cid, desterrado por el rey, sale de Vivar y llega a Burgos donde nadie se atreve a darle asilo por temor a las represalias reales. Para pagar a sus soldados, su sobrino Martín Antolínez engaña a los judíos Raquel y Vidas. En Cardeña se despide de su esposa doña Jimena y de sus hijas pequeñas, Sol y Elvira. En sueños se le aparece el arcángel Gabriel, que le predice grandes victorias. Entra en tierra de moros y les arrebata diversas plazas. Envía al rey un espléndido presente esperando reconciliarse con él y recuperar su honra perdida. Reforzadas sus tropas, ataca Huesca y derrota a los moros de Lérida, ayudado por el conde de Barcelona, al que hace prisionero y libera días después.
Cantar de las bodas
El Cid conquista Valencia y envía nuevo presente al rey castellano, al tiempo que le pide deje ir a su lado a su esposa e hijas. El rey accede. Al poco tiempo, la ciudad es sitiada por el rey de Marruecos. El Cid lo derrota y envía un tercer presente al rey Alfonso. Los infantes de Carrión solicitan la mano de las hijas del Cid. Interviene el rey para lograr el consentimiento del Cid, a quien perdona pública y solemnemente.
Cantar de la afrenta de Corpes
Se pone en evidencia la cobardía de los infantes de Carrión en diversos hechos de armas y en el episodio del león. Los infantes, dolidos, deciden regresar a Carrión con sus esposas. En el robledal de Corpes, los infantes de Carrión azotan a sus mujeres y las abandonan teniéndolas por muertas. Enterado el Cid pide al rey justicia. Los infantes son vencidos en un duelo por dos de los hombres del Cid. El anuncio de que los infantes de Navarra y Aragón solicitan en matrimonio a las hijas del Cid da fin al poema.



Tema

El tema central del poema es la honra del héroe, es el motor de la obra, en torno al cual el autor dispone los acontecimientos. El objetivo del héroe en los dos primeros cantares es conseguir el perdón del rey. El tercer cantar se organiza en torno a la recuperación de la honra perdida por la afrenta de Corpes. La ascensión del héroe se consigue tanto por su esfuerzo personal como por su confianza en la justicia.

En cuanto al análisis del contenido, deben tenerse en cuenta tres niveles diferentes:

A.- Nivel político: Castilla frente a León. El Cid, caballero castellano, se enfrenta al rey, de origen leonés. Los enemigos del Cid son, en general, grandes nobles de procedencia leonesa.
B.- Nivel social y económico: el Cantar expresa los ideales de equidad jurídica y movilidad social típicos del espíritu de frontera en el nació y del gusto tanto del juglar como de los oyentes.
C. Nivel individual: el héroe, Rodrigo Díaz, desterrado por el rey, se enfrenta con el gran problema de recuperar su honra perdida y ganarse el pan. El Cid actúa como un héroe épico arquetípico, cuyas características han de ser superiores y cuyas acciones han de elevarse por encima de lo habitual. Se produce una glorificación progresiva del héroe, pero esta mitificación del Cid no es sino el correlato de la mitificación de Castilla.



Métrica y estilo

El Cantar de “Mio” Cid se caracteriza por el empleo de la rima asonante y el metro irregular. Los versos pueden llegar a tener hasta veinte sílabas y quedan divididos en dos hemistiquios por una pausa (cesura) en el centro. La rima asonante permite la agrupación de los versos en tiradas más o menos largas con la misma rima (monorrimas).



Con respecto a la lengua y estilo del poema, conviene recordar su carácter oral y su vinculación al mester de juglaría. Algunos rasgos son:
-Uso frecuente de los epítetos épicos, para dotar a los personajes de cualidades excelentes, lo cual es una fórmula juglaresca: Fabló mio Cid, el que en buen ora cinxo espada;
-Frecuente cambio del punto de vista narrativo, pasando del estilo indirecto (3ª persona) al diálogo, que infunde a la narración un carácter más dramático;
-Empleo de expresiones para atraer la atención de los oyentes: Yo vos diré, dirévos, veriades…. No olvidemos el carácter eminentemente oral de los cantares de gesta.

Es el primer cantar de gesta conservado. En él aparecen distintos temas: el heroísmo, la muerte, la familia, la honra y el honor de la persona, y todo ello, en el marco social de la Edad Media, en la que se anteponía el prestigio personal ante cualquier otro valor. También nos refleja esta obra el odio y el afán de riqueza que se palpaba en el ambiente medieval.



Resumen

El Cid Campeador, Rodrigo Díaz de Vivar abandona Castilla, porque es desterrado por el rey Alfonso VI  de Andalucía ya que es acusado por algunos envidiosos de haberse guardado parte de sus tributos. Se despide de su mujer e hijas, de las que se ve obligado a separarse. Al fin se va, seguido de unos cuantos hombres, decidido a conquistar tierras a los moros para entregárselas a su señor y conseguir así que le admitiera de nuevo en su reino. Sale de Vivar y pasa por Burgos, donde su sobrino Martín Antolínez consigue un préstamo de los judíos Raquel y Vidas, con la entrega de dos arcas en las que creen que el Cid guarda sus tesoros, pero que sólo contiene arena. Sobrevive a muchas batallas que le permiten ir obteniendo riquezas, territorios, gloria, fama y honor a la vez que la posibilidad de ir ofreciendo presentes al rey.

El Cid conquista Valencia, se la ofrece al rey y le pide que su mujer y sus hijas puedan reunirse de nuevo con él. El rey accede a su petición y le perdona, pero, además le propone la boda de sus hijas con los infantes de Carrión, miembros de la nobleza que las han pedido en matrimonio. El Cid no está muy seguro de si será ésta una buena opción para sus queridas hijas, pero no se atreve a desobedecer órdenes y acepta. Tienen lugar los preparativos de las bodas, que se celebran y festejan a lo grande.
Los infantes de Carrión, ahora yernos del Cid, resultan ser hombres cobardes que no se enfrentan a nada: no luchan, se ocultan de un león escapado... Esto supone la burla de todos. Para vengarse, deciden irse y llevarse todas sus riquezas. Pero piden permiso para trasladarse con sus esposas hasta Carrión. Todo esto para maltratarlas y abandonarlas a la mitad del camino, en el robledal de Corpes, deshonrando así al que en buena hora nació. Sin embargo, su primo se da cuenta y acude a ayudarlas. El Cid informa de todo lo ocurrido al rey y le hace responsable de establecer justicia. Se convocan unas cortes en Toledo, los infantes de Carrión se ven obligados a ir y devolver todo al Cid, además de pelear con sus guerreros en un duelo. Ganan los del Cid, vuelven a Valencia con alegría y con un honor recuperado y Doña Elvira y Doña Sol se casan con los infantes de Navarra y de Aragón, miembros de la realeza.

Para ver el video acerca del Cantar del Mio Cid, da clic al
siguiente link:

https://www.youtube.com/watch?v=4qbr5q03Piw&feature=youtu.be



Referencias:











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